lunes, noviembre 14, 2005

E-learning y alfabetización digital

Sacar dinero del cajero, contestar el teléfono móvil, programar el microondas, poner un DVD: muchos pequeños actos de nuestra vida cotidiana están supeditados a la tecnología, cuya presencia es hoy indispensable en las empresas que pretenden sobrevivir en una economía globalizada.

Pero las nuevas tecnologías no sólo hay que poseerlas, también hay que saber usarlas, y en ese capítulo España persiste en un analfabetismo digital de graves consecuencias futuras. Nuestro país se encuentra en el puesto número 29, por detrás de Estonia y Malta, en el Networked Readness Index (NRI, elaborado por el World Economic Forum), índice que mide el progreso en alfabetización digital de un centenar de países. También es el único de la OCDE que ha visto mermada la producción en este sector en los últimos cuatro años.

Una grave deficiencia que nos resta competitividad y eficiencia como economía de primer mundo (España es, por PIB, la novena potencia económica mundial) y posibilidades y recursos como ciudadanos dependientes de una Administración que también precisa una urgente conversión a la Sociedad de la Información y el Conocimiento.

Brecha generacional
Aunque la brecha digital empieza en el seno de la propia familia. Los adolescentes de hoy saben lo que es un ordenador desde la cuna, el móvil es casi una extensión del brazo e Internet no tiene secretos para ellos. Sus padres, en cambio, tienen graves dificultades para entender, adaptarse y usar la tecnología digital y los lenguajes multimedia, asignaturas integradas ya en los currículos escolares de sus hijos.

La dificultad aumenta en progresión geométrica con la edad del usuario. Más que fascinación, todo lo que tiene que ver con adelantos tecnológicos produce escepticismo y desánimo, muchas veces por desconocimiento y falta de motivación, unas barreras superables con la necesaria inversión pública y una adecuada formación.

Soluciones formativas
Y nada mejor que usar la tecnología para aprender sobre tecnología, base del e-learning, un nuevo modo de aprender cada vez más popular que rompe las barreras del espacio y el tiempo y que obliga a hacer buenas migas con el ordenador y las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). La alfabetización digital está asegurada con el empleo de herramientas como el correo, los tablones, los foros, los chats y las videoconferencias.

Desde aprender inglés, habilidades directivas o el funcionamiento de un programa informático hasta cursar un máster, las posibilidades del e-learning son cada vez mayores, y mejores. Tanto, que ya existen universidades y centros de posgrado cien por cien on-line, que gozan de gran aceptación y prestigio entre los estudiantes.

Así que, a la espera del futuro, cuando la tecnología y los servicios en red sean tan fáciles de manejar y estén tan integrados en nuestra vida diaria que el usuario no se percate de que los está usando, lo más adecuado para dejar de ser un analfabeto digital es decidirse por la formación, y, si puede ser on-line, mejor.