viernes, noviembre 11, 2005

Vídeo Digital

Las claves para la comprensión del vídeo digital son, por fortuna, mucho más simples que las siglas que las ocultan: DVD, VCD, AC3, MPEG, MP3, DIVX,… El principio básico es el de almacenar en un archivo de ordenador los fotogramas que componen la secuencia de vídeo, de tal forma que (proyectados a la adecuada cadencia) simulen la sensación de movimiento del cine. El archivo se almacena en un disco CD o DVD, se le añaden menús, banda de sonido,… y ¿tema resuelto?.

El problema es que cada fotograma ocupa demasiada memoria (en torno a 1 Mb) lo que hacía inviable poder almacenar todo un largometraje en un disco. Para conseguirlo se recurrió al estándar de compresión MPEG, que reduce la memoria ocupada por las imágenes mediante dos técnicas:


  • Compresión espacial se trata de hacer que cada fotograma de la secuencia ocupe la menor memoria posible, mediante el mismo sistema que el JPG que se emplea para las fotos. El archivo fotográfico de Santillana, por ejemplo, funciona en base a una variación de este mismo principio.
  • Compresión temporal estudia cada fotograma comparándolo con el anterior, algo así como el “descubre las diferencias entre 2 dibujos”. El truco consiste en que los fotogramas consecutivos de una secuencia tienen muchas zonas comunes y sólo algunas áreas con diferencias; el ordenador sólo memoriza las áreas que cambian. Un ejemplo sería una secuencia de una persona hablando; el fondo de la imagen no cambiaría, tan sólo lo haría el área ocupada por la boca o los ojos (en caso de que pestañee).

MPEG es, en realidad, un estándar en evolución. A estas alturas de su desarrollo hay ya 4 versiones:

  • MPG 1 se usa en los discos VCD (vídeo CD) que permiten tener una película en una CD, aunque con una calidad no superior a una cinta VHS.
  • MPG 2 empleado en los DVD, en las cámaras de vídeo digitales y en la televisión digital (Canal Satélite, Vía Digital,…)
  • MPG 3 abandonado durante su desarrollo.
  • MPG 4 es la base de sistemas como DIVX y XVID que permite almacenar una película en un CD, con una calidad muy similar a la de un DVD.

Como es lógico, existen formas de convertir un vídeo de un formato a otro simplemente disponiendo de un ordenador y el programa adecuado. Internet está plagada de este tipo de aplicaciones y se está empleando además como medio de distribución ilegal de películas, empleando el formato DivX. Dicho formato ha supuesto, para el mercado cinematográfico, el mismo revulsivo que el MP3 supuso en su momento para el discográfico.

Los discos DVD están, en su mayoría, protegidos contra copia. Sin embargo, estos sistemas de protección de derechos han demostrado ser totalmente ineficaces; el cifrado de los discos DVD fue reventado al año de salir el propio sistema al mercado.

Ello hace posible que cualquier persona, con mínimos conocimientos informáticos y un ordenador de potencia media, pueda copiar una película. Dichas copias además, al estar hechas a partir de un original digital, son indistinguibles del mismo. Algo que no sucede cuando se piratea (fotocopia) un libro o una cinta de vídeo; cada generación (copia de copia de copia de…) es progresivamente de inferior calidad a la anterior.

Otra cualidad del vídeo digital es lo sencillo que resulta su edición (sí, el vídeo también se edita) en casa. Con un equipo mínimo podemos tener las películas de los niños en la playa en un disco DVD o realizar la “Versión del Director” del vídeo de nuestra boda, eliminando las siempre molestas escenas protagonizadas por suegros, cuñados,…