miércoles, mayo 11, 2005

Tecnología y docencia

El eLearning (enseñanza asistida por ordenador) cobra auge y dinamismo día a día. Sus insospechadas posibilidades y los alentadores resultados obtenidos, han hecho que la informática no sea tan sólo una asignatura más enseñada en la escuela, sino que se convierta a su vez en auxiliar y herramienta del pedagogo ayudando a enseñar.

Estas técnicas aportan a la docencia el atractivo necesario para lograr la fácil asimilación de las ideas, basándose en principios como:

  • La interactividad: convirtiendo la relación hombre/máquina en un diálogo continuado y enriquecedor.
  • La capacidad de evaluación y retroalimentación: necesaria para la integración sensorial en el diálogo hombre/computadora.
  • Integración de múltiples medios: las publicaciones convencionales impresas están limitadas a contener texto y gráficos, en cambio las hipermedia pueden contener cualquier tipo de información: animación, vídeo, audio, ...
  • Estructura dinámica: Los contenidos y referencias de los documentos convencionales son fijos y no puede cambiarse después de la impresión. Sin embargo, en una red hipertextual es posible en todo momento actualizar la información y crear nuevas relaciones entre los datos, añadiendo nodos que albergan información de todo tipo. En algunos sistemas, los alumnos construyen incluso sus propios enlaces para formar nuevas estructuras y contenidos.

No me cabe la menor duda de que el desarrollo tecnológico ha puesto en manos de los educadores un conjunto de herramientas de trabajo que complementan enormemente su labor profesional. El procedimiento no es nuevo, puesto que la Enseñanza Programada tiene ya una amplia tradición en Psicología; pero la novedad consiste en el carácter interactivo de los programas y contenidos que se presentan. Es este carácter interactivo el único valor añadido real que nos aporta un curso en línea; sin la interactividad, no estaríamos más que ante un manual ¡por muy electrónico que pretenda ser!

Esto se hace especialmente palpable si se aprovecha la especial atracción que el joven siente por la computadora y se refuerza con el uso de sonido y animación, creando un producto tan similar a un videojuego interactivo como sea posible. Un sistema de enseñanza debe ser tan intuitivo de manejo, que no precise un manual para aprender a usarlo.

Y es que yo pienso que, para el niño, el ordenador está cargado de magia y misterio. El factor luminoso de la pantalla, aporta una cualidad vibrante a los colores, captando más con ello la motivación y el interés del alumno. El sistema posibilita explorar y manipular conceptos complejos y abstractos de manera concreta e intuitiva. El alumno juega un papel muy activo, interactuando constantemente con el ordenador y toda la información almacenada en el mismo. Se asume así un papel más dinámico durante el aprendizaje, un papel de investigación donde su propia curiosidad le ayuda a acercarse al conocimiento.

Sin llegar nunca a reemplazar la figura del profesor, la propuesta multimedia es clara: interactuar, dialogar, … y, en definitiva, aprender experimentando.